Bajo el titulo de HISTORIA DE UN PEDESTAL, Juan Forn publica hoy en Página/12, y una vez más, una extraordinaria nota sobre otro gran personaje de la literatura: EZRA POUND
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-166731-2011-04-22.html
La semana pasada había sido CLARICE LISPECTOR (http://malditababel.blogspot.com/), pero en esta oportunidad hay algo en lo que quisiera insistir, otra vez, aunque una imagen valga más que mil (y sobre todo "mis") palabras.
Eso en lo que quisiera insistir está relacionado con la conocida foto -el maravilloso e inquietante retrato- que Richard Avedon le hace a Pound con el rostro contraído, y que en esta ocasión acompaña la nota; y sobre todo en la complementariedad que se da entre ambas/ambos: IMAGEN/TEXTO.
Hacia el final de la nota Forn lo dice claro: "La famosa foto que le hizo Avedon, que lo muestra cerrando los ojos a
todo (honores y perdón parece que le dieran igual), ilustra más que mil
biografías o ensayos dónde estaba Pound en sus últimos años"
Pero más allá de esto que es una verdad como una casa, o al menos una lúcida interpretación surgida del conocimiento de la trama que la teje como historia, me pregunto
una vez más cómo funciona y se emplea ese lugar común (cabría recordar a Baudelaire "crear un lugar común es lo genial") ya no solamente en tanto expresión lingüística en sí, sino incluso cuando pareciera que es la mismísima imagen aludida (su reverso en este caso) quien la reclama a aquella para consolidar su elocuencia irrrefutable.
Con todo y a pesar de la mayor o menor brecha existente dependiendo del caso, sabemos no solo que ninguna es independiente de la otra sino que incluso podrian definirse como interdependientes. Una muestra de ello es que en la nota el autor lo menciona solo al final, cuando el enunciado asociado a la imagen en cuestion es algo definitivamente irrebatible.
De modo que me pregunto cómo funcionaria la foto si se empleara en los estrictos terminos en la que se la invoca, es decir, como único mensaje: la foto, sin más, cuando es recepcionada por alguien que no tiene un conocimiento previo ni de la historia que teje ese detras de escena que toda imagen lleva adosado invisiblemente, ni del personaje que la imagen hace visible.
¿Qué tendría entonces para decir esta foto en un caso así?
La fotografia de Avedon es tan buena, tan expresiva, está tan bien expuesta, tan bien escogido el ángulo picado, etc, que seguramente provoque muchísimas sensaciones, ideas, pensamientos: la tension, el padecimiento, el dolor, pueden ser muchas; sin necesidad de poseer un conocimiento previo.
Pero por si misma jamas podrá contar una vida, sea esta anomina o publica lo mismo da, en su integro conocimiento. Toda foto es precisamente un corte en esa cadena de continuidades, incluso si se tratase de una fotonovela.
Bien decia Barthes, -lúcido antes que nada respecto del dispositivo fotografico mismo- en "La cámara lúcida", que frente a una foto sin demasiada informacion puede tejerse todo una novela, es decir, una ficción. Esto es importante desde ya, pero lo es mas si tenemos en cuenta que el mismo tipo fue quien dijo que toda foto es el "esto ha sido", irrefutablemente. "Esto ha sido", ni mas, ni menos.
¿Será entonces que una imagen vale, no exactamente más que mil palabras ,sino más que mil palabras cuando éstas son en gran medida reflejos emanados de la contemplación de dicha imagen, su vana duplicación acaso?
¿Otro lugar común tal vez? Quizas se trata de una posible respuesta no cientifica a aquella viejisima cuestion de quien fue primero si el huevo o la gallina, la palabra o la imagen.
¿Otro lugar común tal vez? Quizas se trata de una posible respuesta no cientifica a aquella viejisima cuestion de quien fue primero si el huevo o la gallina, la palabra o la imagen.
¿Será que todos los lugares comunes mienten descaradamente, o al menos exageran? Una cuestión muy importante en en este tema es el vocablo MIL. Según Borges el MIL Y UNA presente en las "Mil y una noches" era una manera de hacer infinito el enunciado. Sin embargo este MIL a secas, pareciera estar en condiciones de significar lo mismo en la medida en que, por un lado, conviene al tipo de razonamiento que no solo vehiculiza sino que legitima todo lugar común; y por otro, y aunque se contrapone (UNA sola imagen es la que vale mas que MIL palabras) este MIL sigue relacionándose con ese UNO, precisamente como su reverso. Y todo esto es ya es como volver al principio.
¿Será entonces que una imagen vale exactamente = que mil palabras?
Para mí, desde que vi por primera vez la foto de Avedon, esa imagen pasó a ser el opuesto equivalente a diez palabras pertenecientes a aun poema de César Vallejo:
"Hay golpes en la vida tan fuertes...yo no sé"
Por lo demás, la fotografía es un asunto metafísico.
Foto: Ezra Pound por Richard Avedon (extraída del artículo mencionado)
Texto: Ulises
Texto: Ulises
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