¿Porqué habría motivos para oponerse (además de los ya expuestos por diversas personalidades del ámbito) a que sea el escritor peruano quien pronuncie el discurso inaugural en la próxima feria del libro de Buenos Aires?
Y más aún siendo que en esta oportunidad, tratándose de Vargas Llosa, pero también teniendo en cuenta algunos datos de la realidad argentina por estos dias, la cuenta da.
Los dias previos la presidenta Cristina Fernández anunció la intención de limitar la compra de tierras en nuestro pais para capitales extranjeros. Pero también lanzó un mensaje. Y fue que su implementación debería ser lo suficientemente inteligente como para no atentar contra la inversión.
Con respecto a lo de Vargas Llosa sucede algo parecido. El que saltó para oponerse fue Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, sociólogo, hombre de ideas como se dice y sobre todo una perosonalidad con un pensamiento muy cercano a las políticas del oficialismo. Pero contrariamente a lo que se podía suponer, fue la propia Cristina Fernandez quien le propuso a Gonzalez templar los ánimos. En principio porque un evento como La Feria debe ponderar antes que nada la libertad de expresión y dar lugar a voces disidentes. Aunque luego también enfatizó en el carácter no estatal de la organización de tal evento.
Y es aquí donde está el punto. Si Vargas Llosa encarna en gran medida no solo la voz de las multinacionales editoriales, sino también la opinión (sobre todo desde su lugar como columnista estrella de EL PAIS de España) y el rostro visiblemente risueño de la derecha neoliberal. Si le sumamos su valor como escritor, su relevancia mediática y la obtención del último premio nobel, ¿no está todo dado para que una proposición así cuaje?
Por esto es que es importante oponerse. Por esto: NO. Porque en gran medida "está todo dado"
¿Y porque habiendo tenido tantos gobiernos explicitamente neoliberales, es precisamente ahora, en este marco de rotunda oposición a esas politicas, cuando se propone que sea un escrior del talante del peruano quien pronuncie el discurso inaugural?
Seguramente la postura de la presidenta es la adecuada en términos políticos, puesto que lo que Fernández le pide a González es simplemente templar un poco el ambiente. Es más, es tal el acierto en la lectura del asunto por parte de la presidenta que no solo no hay antagonismo entre González y Fernández, sino que lo que en realidad está diciendo Fernández no es más que, "está todo dado", no es un asunto que el estado decide, como con las tierras.
Sin embargo, no me cabe duda de que la postura de Horacio González merece su atención, aunque más no sea como punto de partida, como el mismo lo dice hacia el final de una entrevista publicada en Página 12 el dia 2 de marzo pasado. Creo que lo que propone González tiene la misma connotación que bajar un cuadro. Y creo que Gonzalez es una persona sumamente capaz y autorizada para proponerlo. Tanto desde el punto de vista político por su función actual como por su jerarquia intelectual.
Y creo que este asunto SÍ tiene que ver precisa, explícita y necesariamente con la literatura, así como con la política. Y el que no se escondió se embroma. Más aún, con la relación entre ambas, feria del libro de buenos aires, madrid o frankfut de por medio o no. Y no como pretendía esquivar el bulto Vargas Llosa, con una inocencia sobreactuada para quienes lo conocen un poco, diciendo que la política va por un lado y la literatura por otro.
César Aira es, quizás, el mejor escritor argentino. No tiene sentido compararlo con Borges-el-paradigma-literario por ejemplo, pero tampoco con Walsh, que además de su estatura literaria, tuvo una participación comprometida con la politica nacional de su tiempo (un tiempo que por otra parte interrumpieron faltamente) y representa lo opuesto a Borges, al menos en ese sentido. Sin embargo, el escritor pringlense, en entrevista con EL PAIS -de quienes Vargas Llosa es súdbito refrente-, consultado sobre su último libro editado por Mondadori, -una empresa del grupete Berlusconi-, pero también por su literatura, a la pregunta de porqué nunca escribió sobre los desaparcidos por ejemplo, supo responder algo así como: todo libro en definitiva es dinero, y lucrar con el dolor me parece detestable.
Quién se adentre en la literatura de César Aira podrá comprobar que allí hay literatura y política en altas dosis de lucidez ambas. Y si se trata de encontrar refrencias políticas palpables y cercanas con este momento actual, aunque mas no sea por esa "melancolia vaga y sin objeto de la infancia" basta leer esa novelita genial titulada EL TILO. Para quien se adentre en el Aira autor, comprobará que es coherente no solo literaria, sino politicamente. Que una no solo no excluye a la otra, sino que la reclama permanentemente, como proponía Walter Benjamin. Otro, que tuvo las bolas para decir NO rutunda, definitivamente.