"Nada de fotos bonitas, de imagenes bonitas. Solo imagenes y fotos necesarias" Robert Bresson

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Robert Bresson

domingo, 8 de mayo de 2011

La fabrica de imagenes

Dejo aquí algunos fragmentos, como si de imágenes se tratase, del exelente articulo de Ernesto Seman, escrito desde Nueva York, aparecido en Pagina/12 hoy domingo.

En pocas palabras, el artículo está estructrado diariamente según lo sucedido en la última semana en Estados Unidos luego del anuncio de la captura y muerte de Bin Laden; y constituye una muestra inmejorable del complejo, heterogéneo, ambiguo y contradictorio dispositivo mediante el cual hoy y siempre se han construído unas imagenes cada vez menos inocentes.

-lo que el país muestra en su peor foto es aleccionador, una falta de recato, un mínimo de perplejidad ante lo que acaba de pasar.

-¿Festejaron todos en Estados Unidos? Ni remotamente. Festejaron muchos, millones de chicos veinteañeros que pasaron la última década de guerra consumiendo y endeudándose, y que descargaron emociones tan disímiles como inclasificables. En el país de las opciones, lo que padece el público es carencia de lenguaje, de una forma de expresar ambivalencia, pudor, dolor por lo perdido durante esta década que empezó y terminó con Bin Laden. Aprisionados entre el festejo y el repudio.

-Los analistas insisten con un punto tan repetido como delirante: el final de Bin Laden fortalece a Obama en su imagen como garante de la seguridad nacional, un punto supuestamente débil de los presidentes demócratas. El razonamiento tiene tantas capas de disparates que es difícil desentrañarlo. Omite el detalle de que fueron presidentes demócratas los que tuvieron en sus manos la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, y lo más extenso de la guerra de Vietnam. Omite que cada intento demócrata por borrar ese defecto de origen provoca el doble efecto de profundizar los conflictos bélicos y erosionar la figura del presidente, porque su debilidad no se explica por la energía con la que encabece al ejército sino por un discurso, una política económica o una raza que presentan a Estados Unidos como un país diverso y heterogéneo y no como un cuerpo único y masculino, religiosamente jerárquico, orgánicamente blanco.

-El de Obama es el enésimo intento por hallar en la victoria bélica la posición masculina y dominante que legitime su cargo, porque el jefe de Estado, la figura única que se impone activa sobre una masa, sólo se sostiene sobre la narración del macho vencedor (y que una presidenta mujer legitime su autoridad en la sumisión de sus hombres sólo confirma el imaginario falócrata del cargo). Las sociedades son machocéntricas en su naturaleza, pero el consumo las nutre y la nación las instituye. Por lo que pueda cifrarse en el nombre, que la operación contra Bin Laden se haya llamado Gerónimo (por el líder apache que peleó contra los Estados Unidos y México durante la segunda mitad del siglo XIX) revela el carácter atávico de la batalla, su continuidad ancestral. Desde la jefatura, no hay margen para aceptar la sobrevivencia de El Otro Hombre sin quedar femeninamente disminuido. Es “¡Maten, carajo!” o “¡Eh, no maten a un general!” Santos Pérez o Facundo, pero siempre Barranca Yaco.
 
-Obama parece perplejo por lo que pudo prever cualquiera que haya visto el estado de natural paranoia instalado en la sociedad. La tortura no es lo singular de este caso. Los estados torturan y violan los derechos humanos a mansalva, no sólo las dictaduras(...) La cacería a Bin Laden introdujo la Tortura Democrática, la convicción de una parte del aparato estatal de que ha logrado vencer las defensas de la población, de que ésta está dispuesta a aceptar prácticas que desde la época de la Inquisición no se reconocen como legítimas.

-La celebración ha sido la opción al alcance de la mano de millones de norteamericanos, una fiesta retratada y reproducida por los medios.

-La referencia inmediata que viene a la cabeza es La fiesta de todos, la película dirigida por Sergio Renán en 1979 para revivir los festejos del mundial de fútbol que organizó y ganó Argentina el año anterior. Lo peor de aquella película (fuera de su calidad) es la diabólica veracidad de su título, la certeza de que aquellos goles eran celebrados entre quienes defendían a la dictadura, entre quienes no tenían el menor interés por los usos del mundial, entre quienes buscaban algo para festejar, pero también en los sótanos de los campos de concentración donde las víctimas buscaban saber cómo iba el partido, en las familias que salieron de su clandestinidad por un par de horas para festejar en la calle la clasificación a la final. El que no salta es un holandés. Era la fiesta de todos, lo que no significa que todos hubieran querido la misma fiesta.

-Lo de Estados Unidos fue aún peor en su perversión, en la calidad opresiva de su presentación, en la ignorancia con la que la mayoría parece vivir el rápido achicamiento de sus opciones(...) Al menos en Argentina nadie en su sano juicio creía estar viviendo en libertad.

-(...) el triunfo sobre Al Qaida es una cucarda de plomo, que desconoce una lectura atenta de los diarios, porque lo que cambió con la ejecución de Bin Laden no es el resultado de una elección que probablemente Obama ya tenía ganada, sino el precio que deberá pagar por ella. Mucho antes de que el comando de élite se posara en Abbotabbad, el resultado del 2012 estaba jugado en una multitud de otras variables: una crisis económica que perdura pero de forma atemperdada, la desoncertante facilidad con la que la sociedad parece aceptar un nuevo statu quo de movilidad social descendente, el enorme peso que Obama sigue teniendo como jefe de Estado y, sobre todo, la dificultad del Partido Republicano por alinear un líder, un discurso y una base social que le hagan frente.

Sábado

-Por la noche en Williamsburg, la zona copada desde hace décadas por jóvenes del interior y del exterior que vienen a realizar su sueño de vivir en Nueva York, generosamente financiado. La fiesta ha sido promocionada durante el día en Facebook. “Osama Bin Gotten,” algo así como “Osama fue atrapado”. Se esperan unas cincuenta personas, todas preadolescentes cuando Al Qaida irrumpió en sus vidas. “¡Vengan a la primera fiesta del 2011! Y qué mejor que dedicar nuestra primera fiesta a cerrar el capítulo de Osama bin Laden.” Es una de las tantas fiestas posibles en la ciudad.


Para quienes deseen leerlo integramente aqui dejo el link:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-167765-2011-05-08.html

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