Los guardianes de "La Esperanza"

En la tarde del jueves 16 de septiembre descubrí en el barrio madrileño de La latina varias pintadas de consignas relacionadas con la huelga general programada para el 29 de septiembre. Las pintadas eran rudimentarias, es decir, no eran graffitis como los que decoran ciertos espacios y que tienen por objeto un mensaje estético en la mayoría de los casos.

Ese dia no llevaba la cámara conmigo, aunque no lo lamenté demasiado en ese momento. En principio porque es una zona que transito a diario y además porque faltaba aún semana y media para la huega.

En esto último, reconozco, está no solo la idiotez y el automatismo del idiota y automático ciudadano habituado al ritmo natural de una ciudad (y un sistema en general) sobrecargado de publicidad y espectáculo, sino también ese autoengaño reflejo -por qué no el hipnotismo- de creer que se goza de cierta libertad.

Por pura casualidad o anticipación, ese mismo dia, al continuar camino hacia Tirso de Molina, fotografié una imagen que bien podría venir a cuento: "libres, pero no tanto"

El dia viernes, al salir del metro a primera hora de la mañana, dispuesto a documentar y tan solo un dia despues de haber visto las pintadas por primera vez, pude ver como una persona encargada de las tareas de limpieza de "La comunidad", borraba una de las pintadas sobre uno de los muros del Mercado de la cebada. Al seguir caminando pude ver como ya casi todas las pintadas (menos la que puede verse en la primera fotografía) estaban ocultas bajo una película de como se llame la sustancia que se aplica sobre ellas a tal efecto.

 



Cualquier conclusión se cae por su propio peso, pero no deja de resultar curioso tanta y tan pronta preocupación -miedo más bien y paranoia mejor- por unas pintadas convocando (y hasta en algunos casos de manera realmente ingeniosa)

Aquí podía leerse algo así como: "La huelga me pone ¿te apuntas?"

a un acto constitucional en pleno derecho, programado hace ya tiempo y de público conocimiento. Por otra parte, las pintadas estaban hechas sobre muros donde abundan todo tipo de inscripciones, e incluso en espacios casi baldíos. En ningún caso sobre viviendas, comercios o instituciones.

Sobre el muro (provisorio) de ladrillos de este espacio en obras también se borró lo que se había escrito.

Como decía más arriba, cualquier conclusión se cae por su propio peso, pero será para cada quien expresar o callar. Por mi parte, lo único que tengo necesidad de decir (como necesidad, y libertad de expresión tuvieron quienes pintaron; como necesidad, y libertad de reprimir tuvieron los responsables del "cuidado" de la ciudad -a quienes, por otra parte, las meadas (otra necesidad ¿no?) que alfombran y aromatizan el barrio no les importan tanto como esto) es que quienes se encargaron de ordenar la limpieza de los muros son unos fascistas hijos de mil puta.

Y se sabe, porque "se ve", que  son los mismos que, entre otras cosas, siguen rediseñando el paisaje como más les conviene a sus intereses de poder y control: cámaras por doquier (en metros, edificios públicos y empresas; al aire libre -incluso en lugares vinculados con situaciones de ocio-, y siempre bajo el lema de "velar por nuestra seguridad") Los mismos que organizan los espacios "antes verdes" de tal manera que ya muy poco verde queda; los grandes diseñadores responsables de que nadie pueda sentarse o recostarse y en algunos casos como en la plaza de Alonso Martinez mucho menos comunicarse, debido a la incomodidad y la disposicion de sus bancos, y que tanto los niños como sus padres se sientan realmente perdidos, sin saber cómo se hace para jugar en semejantes construcciones, mientras parecen hundirse en esa goma hipócrita que, pretenden, reemplace a la hierba, a la arena o a la tierra.

Esto último por poner solo unos pocos "visibles" ejemplos ¿O es que nadie lo ve? ¿O es que lo único que realmente se ve en esta ciudad apestada son los carteles publicitarios?

Spot publicitario ¡ATENCION!:  "Ahora tus tarifas se llaman: delfín, león, oso, ardilla... y un anesteciado social, babeante ante su propio reflejo en el cristal de los escaparates (pero nunca ante los muros) Elige (siempre que no hagas uso de tu libertad de leer la letra pequeña al pie del contrato), cual es la tarifa a tu medida.

Pd: Y tanto más coherentes eran, al final, esas pintadas espontáneas en los muros que los carteles oficiales de las organizaciones convocantes, reproduciendo una fórmula que no es otra que la del archiconocido festival de música rock in Rio.

Y está claro: esto se pretende una parodia.

Epílogo:  -¿qué cosa?

Texto y fotos: Ulises (dedicado a Vicky, quien hace tiempo y desde el otro lado del océano se preguntaba como habrían hecho, en sitios como éste, para borrar ciertas "históricas huellas")